CUERPO INERTE
Quién recuerda la primera vez que se topó con un cuerpo inerte de un pájaro en el pasto, o de cualquier otro animalillo o mascota en la infancia. Encontrar a tu pez, tortuga, pollo, conejo o perro sin vida es toda una experiencia estrujante. Pero nada que se compare con el enfrentarse por primera vez al cuerpo sin vida de un congénere, de otro ser humano... Eso sí que es fuerte y no sólo estrujante sino impactante, terrible, desestabilizante y traumatizante. Definitivamente los seres humanos no estamos preparados para la Muerte y es por ello que, de Ella nadie quiere hablar, casi nadie quiere escribir. A menos que como yo, en esta ocasion, sea para sacar de mi mente la fotografia que inconsientemente tomé de el cuerpo inerte de un ser querido. Necesito escribirlo y escupirlo para dejar de tener esa imagen en la mente que desde hace 48 hrs. me ha acompañado a todos lados a donde volteo. En fin, lo que he podido reflexionar de ayer a hoy es que DEFINITIVAMENTE LA MUERTE SOLO EXISTE