Reconciliándome conmigo mismo
Muchos años me desconocí, me olvidé de quién era y me disolví. Dejé de quererme por querer a los demás, dejé de verme en el espejo sin importarme mas. Hoy recuerdo quien soy escucho a quien habita en mi. Tiernamente la observo y es la misma niña, adolescente y mujer frágil, pero fuerte, es todas ellas al mismo tiempo y a la vez. Ella es quien siempre ha sido, quien debía y tenía que ser. Ahora reconciliadas no la juzgaré más, la comprendo, la reconozco y la acepto tal cual es. Tomo su mano, le pido perdón por mi ausencia y le prometo acompañarla el resto del camino que nos queda por delante. Desde hoy seremos amigas, las mejores, seré su madre, su hermana, su mejor amiga y será muy divertido recuperar el tiempo perdido y reírnos de lo que aún nos falte por vivir. 28/ julio/2015