La eterna danza del amor

"El que no ama el arte, no la necesita y quizá no la conoce"

Yo juego a escribir, porque es una forma de expresar las experiencias y sueños, que se diluyen en un papel.

El 26 de noviembre del 98 escribía que:

El mundo gira alrededor de nosotros mismos y se detiene al momento que los hilos de 2 destinos se entremezclan, cuando dejamos de ser conscientes de nuestra unicidad (nuestra respiración y latidos pasan a un segundo termino)  así,  casi sin quererlo,  abandonamos el YO, para fundirnos en otro ser.

De pronto ese mundo comandado por nuestro Ego,  ya no es nada,  y esa aparente Nada comienza a serlo Todo.

Aquella presencia ha llamado nuestra atención y nos ha hecho dividirnos de nosotros mismos, para sumarnos a un nuevo ritmo de cosas, la vida de ese otro ser,  comienza a impulsar la nuestra en un juego de ida y vuelta, como si se tratara de una danza de amor.

En este juego incontrolado del destino,  permitimos que se entremezclen 2 historias y que una junto con otra escriban una nueva historia común, que crea y recrea los latidos y sentidos de dos seres que acompasados van por un mismo momento, creando melodías con un nuevo ritmo, sólo por ellos 2 percibido y que ira haciendo eco a medida de las posibilidades de cada quien.

La amplitud y permanencia de esta danza,  dependerán solamente de la medida personalísima de la conciencia o inconciencia de los protagonistas.

Para darse cuenta al final del breve encanto, que la vida sigue, que el mundo continua girando en distintas y múltiples direcciones y posibilidades. Que irremediablemente esos hilos del destino tenderán a soltarse, casi sin querer.

Pues a fin de cuentas y desde el principio, en eso consiste la vida en una experiencia personalísima de soledad acompañada,  que escribe historias que se crean o recrean, en la medida de las posibilidades de su propia necesidad de romper la insoportable unicidad del ser.

Todas estas reemebranzas, historietas, comics o anécdotas son las que yo creo y recreo en mi mente y plasmo a través de mi escritura en un ejercicio de libertad,  que se crea a sí misma, en la medida de sus propias necesidades, necedades, posibilidades e imposibilidades creativas y cautivas.

Porque estoy convencida de que recordar no es volver a vivir, sino que viene mas bien de un deseo de dar y de compartir, con los lectores, también fugaces, de este Blog, las experiencias, vivencias, y lugares comunes, de sentimientos universales de los que todos hemos alguna vez participado.

En esta eterna danza del amor humano, finito y temporal como lo somos todos nosotros.





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