¡El cinco es mi número de la suerte!


Desde el 95 me duermo y despierto en ti
Desde aquel día, desde aquel año
Me duermo y despierto con tu recuerdo.

Porque no hay mejor lugar que tu cuerpo,

para  estar y para despertar o soñar.

Porque tu cuerpo enlazado con el mío,

forman un todo en el que no hace falta nada más.

Porque entre tu abrazo fraterno no hay espacio para el miedo,

la duda o la angustia existencial.

Porque tu tacto tierno va cicatrizando las heridas de mi soledad.
Porque tu voz profunda llena el espacio de mis dudas y ansiedad.

Porque  a tu paso de cometa me siento plena y segura
de estar transitando un universo conocido.
Universo que contengo al enlazar tu mano

al sentir la energía poderosa y única del amor.

Es ahí cuando sé que soy tuya, desde siempre y para siempre.

Porque no conozco mayor gozo que tenerte dentro

y siempre en mi mente, presente aún estando ausente.
Porque sólo tú llenas todos mis espacios...

Porque el tiempo que ha pasado nada ha cambiado,
porque somos y seremos siempre

ese eterno misterio de conexión total
que de vez en cuando aparece y jamás de desvanece.

Sin querer, sin saber, pero así fue y así ha sido siempre.
Así es y así lo acepto, me gusta tal y como ha sido

perfecto, inconstante, distante, fugaz
amor inconsciente e irremediablemente disfrazado en mis fantasías.


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